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Sexo en la tercera edad – 2a Parte

Queridos lectores y conocedores del tema, me place continuar con el mismo, ya de por si controvertido y otro tanto para muchos escandaloso.

En general y para su estudio, la respuesta sexual humana se ha dividido en tres fases,

La fase del deseo: comprende las sensaciones especificas que mueven al individuo a buscar o volverse repetitivo a la experiencia sexuales «esto es tener ganas»  de vivir una experiencia sexual;

no existen cambios físicos ya que hasta el momento todo tiene lugar a nivel psicológico.

Fase de excitación: se presentan alteraciones físicas que prepara al organismo para la actividad sexual. Tanto en hombre como en la mujer ocurren cambios extra genitales como el rubor sexual,

Mayor frecuencia cardíaca y respiración, aumento de la presión arterial, congestión (ingurgitación) de la areola y erección del pezón en la glándula mamaria, contracción de los dedos de las manos

y pies, así como el del  esfínter anal.

En cuanto a los genitales, el hombre presenta erección y la mujer lubricación que la prepara para la penetración.

Fase de orgasmo: ocurren contracciones musculares involuntarias placenteras en ambos sexos que a nivel de los genitales, originan la eyaculación del hombre y en la mujer, contracciones

rítmicas del tercio externo de la vagina (plataforma orgásmica).

Pero en la tercera edad estas fases muestran algunos cambios:

Fase del deseo

El estereotipo » ancianista» y los factores mencionados pueden provocar una disminución del deseo sexual; sin embargo, se a observado que las personas que se han mantenido sexualmente activas

y que no padecen enfermedades crónicas degenerativas o que las tienen bien controladas, mantienen el deseo del contacto sexual. Además libre del temor del embarazo y del cuidado de los hijos

ya que son independientes, las mujeres suelen  sentir un incremento del deseo, incluso llegan a experimentar el orgasmo por primera ves y a disfruta mas del sexo.

Fase de excitación

Los cambios hormonales a causa de la menopausia en la mujer, y la menor producción de testosteronas y de esperma en los hombres, resulta un cambio extra genitales menos intenso que en otras

etapas, sin que por ello se pierdan las sensaciones placenteras.

A nivel genital: La mujer pierde lubricación vaginal así que se requiere de mayor estimulo para que este se presente.

Además, del adelgazamiento de las paredes vaginales puede dar a lugar a un coito doloroso (dispare unía). Lo anterior se resuelve con una terapia  de remplazo hormonal, con cremas de estrógeno

que se aplican de manera local o con lubricantes vaginales que se consiguen fácilmente incluso en las tienda de autoservicio. Algunos de estos productos contienen L-Arginina, sustancia que ocasiona

congestión de los  vasos sanguíneo, principalmente a nivel del clítoris, lo cual aumenta la sensación de placer.

El hombre requiere mayor estimulación física para lograr la erección, que es menos firme y alcanza su punto máximo poco antes del orgasmo.

Se retarda el momento de la eyaculación, la cantidad que se eyacula es menor y el tiempo que pasa para lograr una nueva erección después de a ver eyaculado (periodo refractario) es mas largo;

si en el joven es un minuto en la vejez puede tomar horas o incluso días, sin embargo, una ventaja es que se logra controlar mejor la eyaculación.

Y hay que desechar la idea de que cada relación sexual debe terminar en eyaculación; es posible lograr la erección y disfrutar de la relación y el contacto y como no hay periodos de refractario quizás se alcance una nueva erección en poco tiempo… Continuará

Por Dominga Galeana

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