Qué tal amigos, en esta ocasión me gustaría platicarles de un problema de salud pública que afecta no solo a nuestro destino, sino de bastante importancia en nuestro país y del cual cada vez son más frecuentes los casos que se presentan y esto se debe tristemente a los propietarios no responsables de mascotas como son perros y gatos.
Se trata de la Larva migrans que tiene dos presentaciones. La cutánea y la visceral siendo esta la de mayor riesgo. Les platicaré brevemente de esta infección parasitaria.
Larva migrans cutánea es un síndrome causado por la presencia y subsecuente migración de larvas de nematodos de diferentes animales en capas superficiales y/o profundas de la piel. Constituye una de las dermatosis zoonóticas más frecuentes en zonas tropicales y subtropicales.
Los principales agentes etiológicos son Ancylostoma caninum y Ancylostoma braziliense, el primero parásito de perros y el segundo de perros y gatos. Con mucha menor frecuencia se ha identificado a: Ancylostoma tubaeforme, Uncinaria stenocephala, Uncinaria ceylanicum, Baylisascaris procyonis, Bumostomum phlebotomum.
Los microhábitats apropiados se encuentran en zonas costeras con presencia habitual de perros, lo que ocasiona que los habitantes e incluso los turistas estén en riesgo de adquirir la enfermedad al caminar con los pies descalzos o asolearse en las playas (50% de los casos). También existe la posibilidad de infección por fómites (ropa o toallas contaminadas) y el reporte de Larva Migrans Cutánea adquirida al manipular flores contaminadas con tierra que contenía larvas infectantes. Asimismo, se considera en riesgo a los niños, debido a sus hábitos de juego, a jardineros y otros sujetos que se encuentren expuestos a suelos apropiados con materia fecal de perro disuelta (“invisible”).
Evidentemente, las deficiencias en el control de esta parasitosis y otras enfermedades zoonóticas depende de la falta de cultura en el país sobre el cuidado responsable de millones de animales de compañía y la carencia de medidas apropiadas para informar a la población y a profesionales de la salud, desde hace décadas.
En los hospederos definitivos, A. caninum tiene un ciclo de vida similar al de las uncionarias de los humanos. Los cánidos infectados eliminan con la materia fecal alrededor de 20 000 huevos/día, los cuales embrionan en condiciones favorables (temperaturas mayores a los 25°C, humedad suficiente y suelos arcillosos o arenosos y sombreados); la eclosión puede ocurrir al cabo de 48 h, dando lugar a larvas de estadios 1, 2 y 3. La larva L3 es filariforme y la forma infecciosa, tanto para el perro como para el humano, hospedero accidental.
La infección se adquiere por el contacto de la piel con suelos contaminados con materia fecal de perros infectados. Las larvas penetran activamente por la piel, aún sin solución de continuidad, folículos pilosos y rara vez, mucosas.
Larva Migrans Visceral o toxocariosis es una zoonosis causada por larvas de los nematodos del género Toxocara. Las dos principales especies patógenas son: Toxocara canis, parásito de perros y zorros, y Toxocara cati, parásito de gatos. Otro agente involucrado, con mucha menor frecuencia, es Toxascaris leonina.
Es una parasitosis que afecta sobre todo a niños, que mantienen contacto estrecho con sus mascotas y/o juegan en cajas de arena y parques públicos, susceptibles de estar contaminados con heces fecales disueltas de perros y gatos. También son sujetos en riesgo las personas que ingieren carne cruda de diversos animales.
Se identifican dos síndromes “clásicos”: larva migrans visceral (LMV) y larva migrans ocular (LMO). Adicionalmente, se reconocen los cuadros de “toxocariasis encubierta subclínica” y la toxocariasis común (de adultos).
Factores de riesgo
– Niños (mayores % de positividad en niños menores a 10 años de edad)
– Geofagia (pica)
– Juego en parques públicos, cajas de arena
– Nivel socioeconómico bajo
– Residencia en zonas rurales
– Convivencia estrecha con perros
– Defecación indiscriminada de las mascotas
– Ocupación
– Ingesta de hígado de pollo y otros animales infectados.
Las infecciones por Toxocara canis se consideran más frecuentes que las debidas a Toxocara cati.
Se estima que la hembra elimina unos 200.000 huevos/día. Los huevos de T. canis son muy resistentes y pueden sobrevivir en el ambiente, bajo condiciones apropiadas, durante años.
En temperaturas cálidas (15–35°C), con humedad relativa mayor al 85% y oxígeno, al cabo de 2-5 semanas se desarrolla la larva (L2) dentro del huevo, la forma infectante para hospederos definitivos (canidos, félidos)) y paraténicos (humano, ganado, roedores).
– El humano se infecta a través de la ingesta de huevos embrionados y la ingesta de larvas en carne cruda de animales infectados.
Existen reportes de larva migrans visceral y ocular en sujetos adultos, principalmente en Japón y China, con antecedente de ingesta de hígado crudo de animales animales domésticos, tales como pollos, patos y ganado (principalmente bovino) con larvas viables.
– Otra posible fuente de infección es la ingesta de hortalizas contaminadas con huevos embrionados.
– También tiene relevancia el hallazgo de concentraciones de huevos en diferentes estadios de desarrollo, viables, en el pelaje de perros, debido al contacto estrecho entre éstos y el humano, principalmente de los niños.
– Contribuyen a la dispersión de los huevos el viento, la lluvia, las moscas, cucarachas y lombrices, y pueden permanecer infectantes durante meses.
– Los suelos contaminados en parques públicos y areneros descubiertos son un riesgo para los niños, debido a sus hábitos de juego, que involucran la manipulación de la tierra, el llevarse las manos a la boca, y con cierta frecuencia pica y geofagia. Además, existe el hábito aberrante de llevar a los perros a defecar y a los niños a jugar a los mismos sitios.
En las áreas rurales las viviendas suelen tener patios de tierra contaminadas por los perros de la comunidad, por lo que la fuente de infección se encuentra en el mismo domicilio de los niños.
Es por esto que las principales recomendaciones son:
Llevar a nuestras mascotas a revisión, desparasitación y vacunación con el médico veterinario.
No sacar a defecar a nuestros perros a la calle y en caso de que así sea recoger el excremento en una bolsa y depositarlo en un contenedor de basura.
Lavar bien las manos de nuestros hijos después de haber jugado en la arena, en el parque o en algún jardín.
Principalmente convertirnos en dueños responsables de nuestras mascotas, recordemos que ellos son parte de nuestra familia y por lo tanto merecen atención.
Nos leemos en la próxima.
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MVZ Jorge Guzmán
ZOO & PETS
Atención Veterinaria Integral
Servicio a Domicilio.
Tel 7551088787 o 7551137104
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