“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en plan de prometerlo todo”. Facsímil de la novela Pedro Páramo. Del gran escritor Juan Rulfo. Esta es su historia.
Una novela y 17 cuentos concentrados en un libro: “Pedro Páramo” y “El llano en llamas”, bastaron para que le dieran la vuelta al mundo y se tradujeron a 8 idiomas: alemán, inglés, francés, italiano, portugués, sueco, polaco, noruego o finlandés. Pasando a ser considerado como uno de las más grandes Autores de la Literatura Universal.
Juan Nepomucemo Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, “Juan Rulfo”. Nació el 16 de mayo de 1917 en Sayula, estado de Jalisco, fue el tercero de cinco hermanos de una familia acomodada. Sus padres fueron Juan Nepomuceno Pérez Rulfo y María Vizcaíno Arias. Su padre falleció en 1924, cuando él ingresaba a la primaria y seis años después, lo haría su madre.
En el pueblo de San Gabriel, su abuela se hizo cargo de él, su infancia la vivió en el campo, en su tierra natal. Por ese entonces, entre 1926 y 1929 se suscitó la Rebelión Cristera y le tocó ser testigo de violentos episodios de este conflicto. En 1929 ingresó al orfanato Luis Silva en Guadalajara.
En 1933 intentó ingresar a la Universidad de Guadalajara, pero al estar en huelga optó por trasladarse a la Ciudad de México. Asistió de oyente al Colegio de San Ildefonso. En 1934 comenzó a escribir sus trabajos literarios y a colaborar en la revista América. También se dedicó a la labor fotográfica, realizando notables trabajos. Laboró para la Goodrich Euzcadi, primero como agente viajero y después en el departamento de publicidad. Contrajo matrimonio en 1947 con Clara Aparicio y con la cual tuvo cuatro hijos.
En 1945 publicó para la revista Pan, en Guadalajara, los cuentos “La vida no es muy seria en sus cosas”, “Nos han dado la tierra”. Regresó a la Ciudad de México para establecerse en ella y en 1946 publicó para la revista América, el cuento “Macario”, una obra sobre un loco con un hambre descomunal.
En 1948 publica el cuento “La cuesta de las comadres” y en 1950-53 “Talpa” y la famosa obra compuesta por 17 cuentos “El llano en llamas” cuya editora fue El Fondo de Cultura Económica y en 1955, publica la obra que sería el parte aguas de la Literatura Mexicana: “Pedro Páramo” (Una historia extraordinaria, donde no se sabe si todos sus personajes están vivos o están muertos). Casi inmediatamente fue traducida al idioma alemán por Mariana Frenk. Esta obra marca el fin de la Novela Revolucionaria, (Azuela, Guzmán, Muñoz, Revueltas y Yáñez) lo cual permitió en su formato elocuente, la experimentación narrativa de la Generación del medio Siglo en México y países de Sudamérica, propiciando así, un connotado Movimiento Literario llamado “El Boom Latinoamericano”.
“No dejes de ir a visitarlo –me recomendó-. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le va dar gusto conocerte. Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después de que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas. Todavía me había dicho: -No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio… El olvido, en que nos tuvo mi hijo, cóbraselo caro. –Así lo hare, madre”. Facsímil de la novela “Pedro Páramo”.
La Obra “Pedro Páramo”, se le ha identificado, en cierta forma, con la poesía de César Vallejo, en su formato, a fuerza de cortes sobre el cuerpo mismo del texto, despojándolo de cualquier demasía explicativa o hasta narrativa, y plantea en sí, la inauguración de un nuevo lenguaje y a su vez, una nueva forma novelística sin precedentes.
Algunos críticos reconocieron de inmediato que se trata de una obra maestra, aunque no faltaron lectores habituados a los esquemas novelísticos del siglo XIX que se desorientaron ante su innovadora estructura, reaccionando con un feroz desconcierto. Sin embargo, en estudios más recientes al respecto, como La recepción inicial de Pedro Páramo, de Jorge Cepeda, han puesto desde un principio, el reconocimiento de esta magistral obra, dentro y fuera de México, por lo cual ha sido algo ininterrumpido y en creciente.
Los estudios dedicados a Pedro Páramo, son muy numerosos y se incrementan cada año. Jorge Luis Borges dijo: “Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aun de toda la literatura”. La escritora Susan Sontang dijo también: “La novela de Rulfo no es solamente una de las obras maestras de la literatura Mundial del siglo XX, sino uno de los libros más influyentes de este mismo siglo”. Gabriel García Márquez le hace un homenaje a Juan Rulfo, en el inicio de su famosa novela “Cien años de soledad”:
–En la boca del Coronel Aureliano Buendía y que reza “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento… Esta es una frase muy semejante a la que usó el mexicano en “Pedro Páramo” –“El padre Rentería se acordaría muchos años después de la noche en que la dureza de su cama lo tuvo despierto y después lo obligó a salir. Fue la noche en que murió Miguel Páramo”.
(El Autor Colombiano empezó a escribir su famosa novela en Acapulco, cuando se encontraba de vacaciones.) Enrique Vilas-Matas en su libro Barteleby Compañía describe esta obra como una de las más creativas que haya conocido.
Entre los años 1956 y 1958, Rulfo escribe otra excelente novela, el “El Gallo de Oro”. Es la historia de un gritón de los palenques que recoge un gallo moribundo, desechado por haber perdido en el combate con otro gallo, le cura sus heridas y cuando éste se restablece, se convierte en un campeón en las peleas con otros gallos, haciendo rico al gritón y cambiándole su suerte.
En 1962, el director de Cine, Emilio “Indio” Fernández le solicitó guiones para cine, Rulfo junto a Juan José Arreola realizaron algunos guiones para producciones cinematográficas, basados en los textos de sus novelas y cuentos, estas realizaciones pasaron casi desapercibidas. Pero es hasta 1964 cuando se produce la exitosa película: “El Gallo de Oro”, adaptada por Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez, dirigida por Roberto Gabaldón con las actuaciones de Ignacio López Tarso, Lucha Villa y Narciso Busquets. En 1967, se produce “Pedro Páramo” dirigida por Carlos Velo y adaptada también por Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. Interpretada por John Gabin, Ignacio López Tarso y Narciso Busquets.
En 1972 producen “El Rincón de las Vírgenes”, excelente película, dirigida por Alberto Isaac, es una adaptación de los cuentos “Anacleto Morones” y “El día del derrumbe” incluidos en el libro “El llano en llamas”. Con las actuaciones de Emilio “Indio” Fernández, Alfonso Arau, Carmen Salinas y Rosalba Brambila.
Algunos de los más desatacados admiradores de Juan Rulfo fueron Carlos Fuentes, José Luis Borges, Gabriel García Márquez, Susan Stonge, Günter Grass, Enrique Vilas-Matas y muchos otros para mencionar el mundo de las letras. Sus lectores en las más diversas lenguas se renuevan continuamente, por lo que se considera ya un Clásico.
Juan Rulfo fue un incansable viajero y participó en varios congresos y encuentros internacionales y obtuvo varios premios. Recibió El Premio Xavier Villarrutia en 1956, por su novela Pedro Páramo. Fue ganador del Premio Nacional de Literatura por el Gobierno Federal de México en 1970. En 1974 viajó a Europa participando en el congreso estudiantil de la Universidad de Varsovia. Se le integró como invitado a la Comitiva Presidencial viajando por Alemania, Austria, Checoslovaquia y Francia. El 9 de julio de 1976 fue elegido como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Tomó posesión de la silla XXXV el 25 de septiembre de 1980. En 1983 ganó el Premio Asturias de España.
Juan Rulfo fue un hombre culto, sencillo y agradable. Nunca se le subió a la cabeza el reconocimiento mundial del que fue objeto. Falleció en la Ciudad de México a los 69 años, el día 7 de enero de 1986 a causa de un enfisema pulmonar.
Desde el 2003 ha sido objeto de un sin número de homenajes póstumos. Y de su obra Pedro Páramo se ha dicho: “Juan Rulfo logró capturar el espíritu del pueblo mexicano. El ver la vida como un muerto sin esperanzas ni redención. Pero los mexicanos vivimos mucho esa muerte en vida por los largos años de sometimiento y servidumbre hacia un hacendado o cacique, esto es solo la comprensión de ese fenómeno oculto entre los recuerdos de las almas en pena.”
Por El Profe: Toño Castro
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