La infidelidad es un tema que a nadie le interesa vivir pero del cual todos estamos interesados, y no porque tengamos la intención de hacerlo, sino porque, en realidad nadie está a salvo; para ello, aquí detallamos 5 puntos de lo que no debemos hacer si descubrimos que nuestra pareja es infiel:
1. Escándalos. El dolor interno es inmenso, pero es muy desagradable vernos envueltos en un ataque de ira en el cual arrojamos lo que tenemos a nuestro alcance (palabras y/o objetos) contra la(s) persona(s) que está(n) enfrente, la adrenalina del momento provoca que la razón se nuble por las emociones y nos lleva a decir y hacer cosas por las que terminamos arrepentidos.
2. Correr en búsqueda del ex. Querernos sentir deseados por otras personas no es la mejor opción, pero ir en búsqueda del ex para satisfacer nuestro ego temporal es lo peor que podemos hacer, eso solo dejará una sensación de vacío, y créanme, no resolverá el problema; además, por algo es el ex.
3. Contarle a los amigos y familiares. El coraje tiende a ser tan fuerte que a la primera oportunidad hacemos partícipes a los amigos y familiares del problema, lo único que se provocará es que, si existe una reconciliación, ya no acepten de la misma forma a la pareja infiel y a nosotros nos tomen por ingenuos
4. Involucrar a los hijos (si se tienen). Comentar el hecho con los hijos, para que ellos a su vez reprochen y odien al otro papá, es el peor error que se puede tener, al fin de cuentas nosotros elegimos a la otra persona para ser el padre (o madre) de nuestros hijos, quienes estarán ligados el resto de su vida, por lo que hacer que tengan una pésima imagen de su progenitor sólo hará daño al hijo, quien para colmo, es justo el que carece de culpa alguna.
5. Hacer como si no pasa nada. Querer justificar los actos de la otra persona y disimular lo ocurrido es también una forma de huir del problema, aparentar que no sucede nada provocará que siga ocurriendo y que sea cada vez más evidente y público.
No hay una receta especial, cada quien enfrenta los problemas de formas diferentes, lo importante es enfrentar el problema de manera serena y sensata, nadie está exento y esperamos que a ninguno de nosotros nos suceda, pero por si las dudas, estos pequeños consejos nos ayudarán a tomar una decisión con la cabeza fría y el corazón en paz.
Recuerden, no hay mejor consejo que el que se da uno mismo. ¡Hasta la próxima!
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